En esta entrada pretendo dar a conocer un poco lo que son las finanzas éticas, alternativas a las finanzas tradicionales que hoy en día nos ofrecen la mayoría de las entidades financieras.
Hace muchos años que se ven productos en los mercados financieros que a parte de la rentabilidad económica, también añaden un valor de mejora social o medioambiental. Todos conocemos las obras sociales de las cajas de ahorro, una acción de obligado cumplimiento para las cajas de ahorro. Desgraciadamente, hoy en día existen muy pocas cajas de ahorros como tales. Algunas se han unido a otras cajas y forman un grupo, mientras que otras forman parte de algún banco, con lo que ya no tienen la obligación de seguir teniendo obra social
Pero el mayor problema es que hoy en día los consumidores/clientes queremos tener toda la información posible y pocos bancos y cajas de ahorro detallan el destino final de nuestras inversiones. Esto provoca que mientras nosotros nos quejamos por las guerras, por la venta de armas, por las muertes que éstas causan, algunos de los bancos donde tenemos nuestros ahorros, financien las empresas que fabrican y venden las armas. O, por poner otro ejemplo, que tengamos la idea de crear una empresa la cuál, debido a su filosofía de trabajo, ayuda tanto social como medioambientalmente al entorno donde está ubicada, pero que no consigue financiación suficiente porque en todas las entidades financieras donde va le comunican que la rentabilidad económica no es suficientemente atractiva para invertir en dicho negocio y, por lo tanto, le niegan la financiación.
Éste último punto empieza a tener importancia dentro de las decisiones de los directivos de entidades financieras, porque ven en su entorno la preocupación creciente de la sociedad por el medio ambiente y los problemas sociales. De todos modos, en el mundo de los negocios siempre se ha dicho que obtener la confianza de un cliente cuesta mucho, pero muy poco perderla y, debido a la cantidad de fraudes financieros que han acaecido estos últimos años, mucha gente está descontenta con su entidad y piensan que todos los demás son iguales. Tienen todo el derecho de pensar así, pero realmente, solo tienen en cuenta aquellos bancos más conocidos, los que ven en su barrio o anunciarse en los diferentes medios. Hay otras entidades financieras menos conocidas y que ofrecen productos muy diferenciados con respecto a los habituales en el mercado. Un ejemplo que empieza a ser conocido es Triodos Bank, un banco de origen holandés, con más de 20 años en el mercado. Usa los ahorros de sus clientes para financiar empresas involucradas en proyectos de economía social, medio ambiente, cultura y actividades sin ánimo de lucro. Adjunto un vídeo sobre Triodos Bank.
Otro ejemplo de banca ética es la Banca Popolare Ética, de origen italiano. Entre sus tareas se dedican a sensibilizar al ahorroador sobre el uso de sus propios recursos o apoyar la independencia de las pequeñas empresas a través de créditos más accesibles
Ambos ejemplos son bancos éticos, existen otras organizaciones, tales como asociaciones o cooperativas incluidas en el sector de las finanzas alternativas de las que hablaré en futuras entradas.
Espero que esta breve introducción os halla servido para conocer nuevas alternativas a la banca tradicional. Y también espero que os genere dudas y que me preguntéis.
Jaume Albors Giménez,
Asesor financiero freelance.