Usar nuestro dinero éticamente.

Usar nuestro dinero éticamente.

Este es mi primer artículo de muchos, tratando el tema de las finanzas y noticias económicas, hoy en día tan de actualidad, aunque la mayoría de las veces no suelen ser buenas noticias.

Acepto cualquier opinión o crítica, pues creo que nunca hay que dejar de aprender y siempre habrá alguien más sabio que tú que te pueda enseñar algo de gran valor. Y sin más dilación, os dejo con mi artículo:

Seguro que más de uno de vosotros tiene algún producto financiero de inversión con su banco; depósitos fijos, acciones en bolsa, planes de pensiones, etc. Pero pocos somos los que indagamos más a fondo en el producto en sí. Es como ir a comprar un coche y sólo tener en cuenta el precio y el diseño o imagen del mismo, sin tener en cuenta sus prestaciones. Hay que considerar que el dinero de nuestros ahorros financia los proyectos de mucha gente, gente que puede compartir o no nuestros ideales, nuestra ética, etc. y el problema es que una vez lo depositamos en nuestro banco, no sabemos dónde va ese dinero, nos olvidamos de él.

Una correcta gestión de nuestros ahorros es fundamental, no sólo para obtener una rentabilidad más alta, sino para saber en qué dirección se mueve nuestro dinero y ver si esa dirección es la misma que nos dicta nuestra mente y nuestro corazón. Pero el problema es que no todos tenemos los conocimientos financieros necesarios para dirigir nuestro dinero en la dirección correcta y, además, obtener una buena rentabilidad. Mucha gente piensa que sólo vale la pena tener un asesor financiero cuando se tiene unos ahorros considerables, pero esto es un error, un error que ha provocado que mucha gente se vea afectada por productos tóxicos ofrecidos por los bancos, asegurando rentabilidad y seguridad cuando en realidad no era así.

Un buen asesor financiero debe hacer ver a sus clientes que con su dinero también se cubren las necesidades de los clientes, tanto materiales como, porque no, filosóficas. Debe explicar todos los riesgos en los que puede acarrear un inversor en cada uno de sus productos y, por supuesto, debe siempre pensar en el bien de su cliente, no en las comisiones que va a recibir de tal entidad financiera. Un asesor independiente tiene la ventaja de poder ofrecer el producto que mejor se adapte a su cliente de todo el mercado y no sólo de aquellos disponibles en la cartera de la entidad financiera con la que trabaja.

Otro aspecto clave es la transparencia. El cliente debe tener siempre seguro en qué está invirtiendo, el riesgo que ese producto conlleva, la duración de la inversión y la rentabilidad. En mi opinión, al cliente se le debe hacer saber todos los gastos que pueda acarrear la inversión, incluyendo los gastos por el asesoramiento y la gestión del profesional financiero. Es decir, el cliente debe saber en la medida de lo posible, el beneficio neto que obtendrá al finalizar el periodo de inversión.

Jaume Albors.

Asesor financiero freelance.

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