Banca sin intereses

Banca sin intereses

Todos podemos definir más o menos que son los intereses. Las entidades financieras nos lo cobran por pedir dinero prestado y nos otorgan intereses por tener nuestro dinero invertido en sus productos. El problema es que hay una gran diferencia entre los intereses cobrados por la banca tradicional y los intereses que nos dan por nuestros ahorros. Hoy en día son muchos los casos de desahucios en los que el banco se queda la casa de la persona deudora, se podría decir que se queda con el objeto de la deuda (la casa), pero aun así, el banco sigue cobrando intereses a la persona que no pagó los plazos de la hipoteca y, si ésta no ha podido hacer frente a esos pagos por su situación económica, el hecho de pagar más intereses no hace otra cosa sino que empeorar la situación económica de la persona desahuciada.

Estos hechos han producido movimientos sociales en contra de la banca y de los intereses que cobra, por ser injustos e ilógicos en muchos casos. Pues bien, la idea de eliminar los intereses es el pilar central de la banca Jak, una banca consolidada como tal desde 1996 en Suiza, pero que lleva actuando desde hace más de 40 años en países del norte de Europa como, por ejemplo, Dinamarca.

Algunos pueden preguntarse ¿Cómo puede una banco funcionar sin cobrar intereses o que incentivos puede tener un cliente que no va a cobrar intereses por sus ahorros en llevarlos a ese banco? Reconozco que yo también me he hecho esa pregunta, por eso he investigado su funcionamiento y me he dado cuenta que el proyecto de banca sin intereses es viable tanto para la entidad que lo ejecuta como para el cliente que lo usa. Lo primero que hay que recalcar es que en España el proyecto Jak se está formando como cooperativa de crédito, donde los socios ahorran su dinero y se prestan entre ellos, es lo que se llama un sistema de libre préstamo. Claro está que una persona no puede acudir al proyecto Jak y pedir al instante un crédito y que se lo concedan. El sistema funciona de otra forma. En primer lugar, debemos tener ahorros en la cooperativa de crédito (1000 € por ejemplo). Por tener esos ahorros, nos otorgan unos puntos de crédito, dependiendo de la cantidad ahorrada y el tiempo que se tenga (100 puntos al mes por los 1000 €). Esos puntos se pueden canjear por préstamos (transcurrido 1 año podríamos pedir un préstamo de 2200 €, 1000 del ahorro y otros 1200 por los puntos acumulados). Hay que dejar claro que se debe tener capacidad de pago de dicho préstamo, mejor dicho, del capital (de los 2200 €), ya que es probable que mucha gente asocie la palabra «préstamo» a la existencia de intereses y recuerdo que estos no existen en el proyecto Jak, como mucho lo que se pide es una fianza o seguro solidario, suele ser de un 2% sobre lo prestado, que tras pagar todo el capital del préstamo, se devuelve a la cuenta de ahorro del socio. Si se hacen números, vemos la diferencia entre un préstamo otorgado por un banco tradicional y uno otorgado por el proyecto Jak, en muchos préstamos de la banca tradicional, gran parte de lo pagado son intereses. Y también la morosidad referente a los préstamos concedidos por la banca Jak es muy baja, no superando el 2 %.

En el caso del proyecto Jak, lo que se hace es crear una cuenta de amortización, así la devolución del préstamo funciona de la siguiente forma:

– Pedimos un préstamo de 1200 € a pagar en 1 año. Elijo ésta cantidad para ver más claramente el proceso.

– Pagamos cada mes 100 € del préstamo, pero además, también pagamos otros 100 € que van directamente a la cuenta de amortización. Total, 200 € al mes.

– Una vez pagado el préstamo en su totalidad, el dinero de la cuenta de amortización está  disponible y podemos hacer cualquier uso con él, es decir, tenemos 1200 € y hemos saldado la deuda.

La existencia de la cuenta de amortización se debe al hecho de que así se pueden seguir dando más préstamos a nuevos miembros. Al final de la operación hemos obtenido el objeto del préstamo (un ordenador, por ejemplo, valorado en 1200 €) y tenemos 1200 € ahorrados. Coste de la operación financiera = 0 €. Imaginémonos que tras pagar un préstamo o la hipoteca, el banco nos devolviera el dinero pagado correspondiente a los intereses, otro gallo nos cantaría.

¿Entonces como puede funcionar un banco que da préstamos y no cobra intereses? Pues al igual que la banca tradicional, el proyecto Jak cobra comisiones, pero éstas nunca son exageradas y se ajustan al mercado. Hay que recordar que el proyecto Jak no tiene ánimo de lucro, así que las comisiones cobradas son las mínimas para sufragar los gastos. Además, cada socio también debe pagar una cuota anual, más o menos de 30 € al año. Otra vez más a hacer números, para darnos cuentas que se pagan más comisiones e intereses en la banca tradicional que en el proyecto Jak. Otra diferencia con la banca tradicional es que el proyecto Jak no se publicita en grandes medios de comunicación, con el ahorro que ésto supone. En cambio, se prefiere invertir dicho dinero en la formación de sus socios, haciendo cursos que les permita a los socios implicarse en el proyecto hasta tal punto de poder formar parte de la junta directiva.

En definitiva, creo que el proyecto Jak se debe tomar en cuenta a la hora de pedir un préstamo. En mi opinión lo recomiendo en el caso de que se quiera un préstamo para el consumo, aunque también se puede pedir una hipoteca, pero debido a la situación económica actual, habría que estudiar con mucho detenimiento las condiciones. Por último recalcar el gran ahorro en intereses, algunas hipotecas de la banca tradicional se puede llegar a pagar más en intereses que en el capital del préstamo.

Como siempre, os recomiendo comparar los diferentes productos existentes y consultar a asesores independientes para recibir consejos sobre productos que se adapten a ti y no el que mejor le convenga a la entidad.