El pasado lunes arrancó el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF). El MARF es un mercado para que las pymes (de momento medianas y grandes empresa sólo) puedan emitir bonos y pagarés y optar a la financiación de los inversores, sin necesidad de acudir a una entidad bancaria. De esta forma se pretende desintermediarizar el crédito, al tener otra opción de financiación que no sea acudir a un banco. El MARF, al estar compuesto por empresas productivas, es un canal en el cual se puede financiar la economía real y no la economía especulativa.
En principio se dijo que sería accesible para las pymes, pero debido a los requerimientos de las empresas que pueden acceder al mercado, así como las cantidades mínimas, deja fuera de este mercado a las pequeñas empresas y tan sólo las empresas medianas-grandes y las grandes empresas podrán optar a él, siempre que cumplan las condiciones que seguidamente expondré en el artículo. Es un mercado con unos requisitos más flexibles que los mercados secundarios oficiales existentes, aunque desde el Gobierno se asegura que los requisitos serán «lo suficientemente exigentes» para asegurar la confianza.
«Serán las empresas medianas las que más usen el MARF»
Acudiendo al MARF, las empresas pueden solventar problemas de liquidez a corto plazo, financiándose a más largo plazo y pagando menos intereses que los que ofrecen los bancos. De momento, sólo las sociedades anónimas pueden emitir deuda, impidiendo que otras muchas empresas puedan usar el MARF, ya que en España el número de sociedades limitadas es bastante mayor que el de sociedades anónimas. Del total de 3.243.185 Pymes existentes en nuestro país, se estima que actualmente tan sólo 800 puedan beneficiarse del MARF.
Esto se debe por los requisitos que se demandan para formar parte del MARF, entre otros, se exige las cuentas anuales auditadas, informes semestrales y publicación de hechos relevantes de la empresa. En cuanto a la calificación crediticia, parece necesario un Rating frente a un simple Scoring, pues el objetivo de este mercado alternativo es que se realicen emisiones de entre 20 y 25 millones de euros de media, con lo que una calificación crediticia debe ser de un rating mínimo B.
Los gastos a soportar para la empresa por formar parte del MARF puede llegar a ser de hasta 80.000€. Gastos como el estudio de documentación de pagarés, garantía por emisión de pagarés, tarifa de incorporación y el coste de la calificación del rating.
«Es importante que las empresas que acudan al MARF cuenten con el apoyo de un asesor registrado»
Las pequeñas compañías tendrán que recurrir a otras fórmulas puesto que la emisión mínima en el nuevo mercado rondará los 20 millones de euros, según Axesor. Esta agencia de calificación española, que se postula como la más atractiva para las compañías nacionales que quieran conseguir financiación a través del MARF, señala en un documento que el nuevo mercado “no se encuentra diseñado en una fase inicial para empresas pequeñas […].”“El MARF requiere de unos volúmenes mínimos (a partir de €20 millones), para asegurar el interés por parte de los inversores que requieren que la emisión goce de una mínima liquidez (a mayor emisión mayor la liquidez) y además sea lo suficientemente grande para diluir los costes fijos de estructuración de la misma”, explica Axesor.
El MARF es interesante para las empresas. Pero lo es también para los inversores, ya que les ofrecen unas rentabilidades que pueden oscilar entre el 5-7%, lo que puede constituir todo un punto de atracción, además de ofrecer toda una serie de activos que permita la diversificación de las carteras. Los inversores, que adquirirán la deuda ofertada en el MARF serán inversores institucionales(bancos, fondos, etc), mediante inversiones superiores a los 100.000 €. Para asegurar que haya inversores interesados en las primeras emisiones el gobierno esta diseñando una Sublínea ICO Pagarés y Bonos de Empresas (1.000 millones de euros en 2013, e ir alcanzando un total de 3.000 millones de euros en tres años) dentro de la línea “ICO Empresas y Emprendedores 2013” para financiar la adquisición por parte de las entidades financieras de bonos o pagarés emitidos por empresas españolas y desarrollar el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF). El Gobierno también estudia la posibilidad de articular incentivos fiscales que, al menos, equiparen el tratamiento de la inversión en este mercado al que recibe la inversión en mercados secundarios oficiales.
No obstante, hay quien apunta algunas debilidades de este modelo, entre otras lo difícil que es atraer inversión extranjera hacia emisiones de bonos de empresas no cotizadas después de escándalos en algunas empresas que sí cotizan, como ha sido el caso de Pescanova.
Nota: Los bancos han utilizado y utilizan las facilidades de crédito y los recursos recibidos, sobre todo en las entidades rescatadas, para sanear sus maltrechos balances en primer lugar y, en segundo lugar, colocarlo en deuda pública mucho más rentable, aliviando la situación financiera de la Administración. ¿Cómo se puede explicar que permanezcan en beneficios las entidades financieras, mejoren márgenes sino hay negocio productivo en la economía real? La contestación es muy fácil, por el círculo vicioso que conforma esta forma de operar para las entidades financieras pero que estrangula la economía real del país.
Jaume Albors
Asesor financiero freelance.
Fuentes:
www.expansión.com
www. elconfidencial.com
www.dyrecto.es
www.bbvacontuempresa.es
www.invertia.com
blog.ieb.es
www.cincodias.com
www.arndigital.com
Comentarios recientes
por Eva
Mi parrafo favorito es donde dice: «… Para asegurar que haya inversores interesados en las primeras emisiones el gobierno esta diseñando una Sublínea ICO Pagarés y Bonos de Empresas (1.000 millones de euros en 2013, e ir alcanzando un total de 3.000 millones de euros en tres años) dentro de la línea “ICO Empresas y Emprendedores 2013” para financiar la adquisición por parte de las entidades financieras de bonos o pagarés emitidos por empresas españolas y desarrollar el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF)…»
Es decir, que además de habernos comido la deuda de los bancos, ahora tenemos una nueva idea megaguay con la que a través del Estado vamos a financiar también a las empresas a ver si hay suerte y tampoco pagan.
Somos lo mejores: ¡Viva los españoles asalariados!
por jaumejag
Hola Eva. Gracias por leer el artículo y por tu comentario. Entiendo lo que piensas, pero hay que decir, que de no hacerlo la inversión extranjera sería aun más difícil y el éxito del MARF casi imposible. Por lo tanto, con esa «garantía» del ICO hace ver a los inversores extranjeros que el MARF es rentable, financiando parte de los bonos y pagarés, con lo que los inversores, en caso de que la empresa que vende dicho bonos o pagarés quiebre o no atienda a su deuda, el inversor puede recuperar, al menos, parte de su inversión, la garantizada por el ICO. Lo que veo peor es el caso del SAREB, que después de comprar los pisos a las entidades financieras (según se nos ha dicho a precio distinto del mercado, según el valor catastral) para luego vender dichos pisos a las mismas entidades u otras pero dando un crédito para pagar la operación, con lo que cuando se dice que el SAREB ha vendido en una operación pisos por valor de 300 millones de €, eso no significa que el SAREB ha «ingresado» esos 300 millones, sino que ha ingresado unos pocos millons y los otros los ha financiado, con lo que asume un riesgo, riesgo de que la empresa que compra dichos pisos no pague y entonces lo paguemos los españoles.