PensionACTUALIZACIÓN: Tras la entrada de la reforma fiscal, los PIAS reducen el tiempo necesario para aprovecharse de la ventaja fiscal, que pasa de 10 años a 5. Así mismo, se añade una nueva contingencia por la que se puede rescatar el dinero de un plan de pensiones. Contando desde la entrada de la reforma, es decir, enero del 2015, se podrán rescatar las primas de los planes de pensiones con antigüedad igual o superior a los 10 años.

Mucha gente opta por aportar parte de sus ahorros a un plan de pensiones privado, para complementar la pensión pública recibida por el Estado. Hoy en día, debido a la poca rentabilidad ofrecida por los depósitos a plazo fijo y al hecho de que el Gobierno ha aplicado recortes al sistema estatal de pensiones, cada vez más gente busca productos que les ayuden a rentabilizar sus ahorros, sin asumir mucho riesgo y asegurarse una pensión que les permita mantener un nivel de vida óptimo para después de jubilarse. Los productos como los Planes de Pensiones, Planes de Previsión Asegurados (PPA) y los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS) son una posible alternativa, no tan sólo por su rentabilidad, sino por sus ventajas fiscales.

Los Planes de Pensiones son los más conocidos por la mayoría de la gente, el problema surge a la hora de componer dicho plan de pensión, ya que los Planes de Pensiones suelen integrarse en Fondos de Pensiones para obtener rentabilidad, pero éstos fondos pueden estar invirtiendo en renta variable o renta fija, por eso hay que tener en cuenta el porcentaje que se invierte en cada tipo de renta. Pero también hay que tener en cuenta en qué tramo de edad estamos para obtener mayor rentabilidad y tener tiempo para recuperar la mayor cantidad de pérdidas.

Los Planes de Pensiones, son productos de inversión que sólo se pueden rescatar, hacer líquido, obtener el dinero invertido en ellos más los intereses, si se cumplen ciertos requisitos que constan en el contrato del producto. Normalmente será en la jubilación, pero hay otros casos en los que también se pueden rescatar, así como accidentes, dependencia, despido por ERE, finalización de la prestación por desempleo, entre otros. Si no se cumple ninguno de los requisitos, no se podrá liquidar y se tendrá retenido el dinero invertido hasta que se cumpla alguno de los requisitos.

El porcentaje en renta variable será mayor que el de renta fija en la etapa de madurez de nuestra vida laboral, es decir, en aquella etapa donde nuestro ahorro va siendo más estable, por poner una edad, hasta los 45 años. Después de los 45 años, hay que reducir el porcentaje variable de la rentabilidad, debido a que se acerca la edad de la jubilación y hay que asegurar la rentabilidad obtenida. Cuando falten poco más de 10 años para cumplir la edad de jubilación, es un buen momento para contratar PIAS, producto considerado exclusivamente asegurador (sólo se puede contratar en compañías aseguradoras). Si el ahorro en dicho producto dura 10 años o más y se percibe la prestación en forma de renta, los intereses (o rendimientos) que nos ha otorgado éste producto no tributan, así mismo, también se obtendrán importantes reducciones fiscales en la renta. Eso sí, las aportaciones máximas deducibles son 8.000 € al año o un total de 240.000 € durante toda la duración del producto.

Por ejemplo, si nuestros ahorros suman un total de 35.000 €, de los cuales 25.000 € se corresponden a las aportaciones que hemos hecho al PIAS y los otros 10.000 € se corresponden a los intereses, tras pasar 10 años desde que contratamos el producto y si lo rescatamos en forma de renta vitalicia, los 10.000 € de intereses no sufrirán ningún tipo de retención de rendimientos de capital mobiliario. Otra ventaja de los PIAS frente a los Planes de Pensiones es que los PIAS se pueden rescatar en cualquier momento, pero se perderían las ventajas fiscales si el rescate se produce antes de los 10 años de vida del producto o no se percibe en forma de renta vitalicia. En el siguiente enlace puede encontrar más información sobre los PIAS.

A partir de los 55 años, cuando ya queda poco tiempo para la jubilación, hay que pensar en contratar productos que aseguren las rentabilidades obtenidas hasta ahora, por tanto, la seguridad de la inversión debe primar sobre la rentabilidad. Un buen producto para ello es el Plan de Previsión Asegurado (PPA), que garantizan una rentabilidad mínima, siendo éste hecho lo que lo diferencia de los planes de pensiones, ya que sus coberturas, prestaciones, límites de aportaciones y tratamiento fiscal son análogos a los planes de pensiones.

Estos productos, al igual que muchos otros productos financieros, pueden llegar a ser complejos o sus diferencias pueden ser difíciles de percibir por aquellas personas sin la suficiente cultura financiera. Siempre es aconsejable consultar con un asesor financiero sobre productos que no llegamos a entender. Así mismo, el asesor financiero nos dará consejos para invertir de la mejor forma posible nuestros ahorros, teniendo en cuenta nuestro perfil inversor, nuestros objetivos y nuestra situación económica y financiera.

Jaume Albors Giménez.

Asesor financiero freelance.

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